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lunes, 18 de abril de 2011

PINTURA TELÚRICA

Denomino así a mi pintura por estar quizás muy relacionada con los elementos de la Madre Tierra, si cabe en forma y fondo.
Recopilo y recopilan para mí, en lugares especiales: tierras, arenas, pigmentos naturales etc. de diversos colores, texturas, incluso aromas.
En cierta medida, cada cuadro porta la impronta de distintos territorios (incluyendo espacios emblemáticos), de distintos grupos humanos.
En ocasiones, acoplo pequeños detalles de materia orgánica perdurable, óxidos, mica, cuarzo cristalizado, gemas, cristalitos volcánicos erosionados por la mar etc.
Suelo trabajar sobre tabla fina. A veces sirven viejas tablas de derribos, restos de madera de barco pulidos por la mar etc.
Se puede decir que de alguna manera utilizo el “puntillismo”, el depósito minucioso y lento de materia sobre el soporte. No hay grandes pinceladas como en acuarela u óleo.
Huyo de la “sencillez” de lo complicado, me seduce la “complejidad” de lo sencillo. Me siento, en gran medida, motivado por las manifestaciones artísticas más primitivas… también en el uso de los elementos: arte rupestre, pueblos prerromanos, Egipto, África Negra, Aborigen, pueblos precolombinos, románico. Lo arcaico, lo étnico, lo mágico, mundos legendarios o perdidos, seres fantásticos… Sin olvidar la cotidianidad.
Existe un ritual al desarrollar la obra: palpar la tierra, sentirla, olerla, recordar, manipularla con sumo respeto. Es preciso jugar con las tierras, con las cantidades de agua, con la temperatura de secado, con las mezclas etc. para conseguir efectos deseados: grietas, cráteres, volúmenes, texturas, brillos, tonalidades. Es obligado dejar reposar los elementos creados, en fases, y experimentar visualmente el efecto causado para continuar...
Nada es gratuito
Por otra parte, tomo en consideración las propiedades e influencias de los elementos que recolecto a la hora de aplicarlos como material pictórico. Del mismo modo, no me son indiferentes ciertos conceptos de la cromoterapia.
También existe, quizás, un valor mágico más allá de lo meramente perceptible… acaso emulando lo chamánico y arquetípico de la pintura parietal prehistórica.
Hay algo más que cuadro, va alma.
En las escenas procuro aportar un mensaje subliminal de armonía.
Y polvos mágicos de intuición y amor creativo…
         
                             
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Denominu asina á miña pintura pur estal, a idel verdai, mui relacioná cun us elementus da Mairi Terra, si cabi na forma i nu fondu.
Recollu i recollin pa mí, en lugaris especiais: terras, areas, pigmentus naturais etc. de diversus coloris, texturas i mesmamenti cheirus.
En certa midía, ca cuadru leva a impronta de distintus territorius (incluíus espacius emblemáticus), de distintus grupus humanus. 
En ocasións, acoplu pequenus detallis de materia orgánica perdurabri, óxidus, mica, cuarzu cristalizáu, xemas, cristaliñus volcánicus erosionáus pur a mar etc.
 Traballu habitualmenti sobre tábula fina. En ocasións sirvin vellas tábulas de derribus, restus de meira de barcu pulíus pur a mar etc.
Se poi idel que dalgunha maneira utilizu u “puntillismu”, u depósitu minuciosu i lentu de materia sobre u soporti. Nun hai grandis pincelás comu na acuarela i nu óleu.
Nun queru a “sencillez” du complicáu, me seduci a “complexiai” du simpli. Me motivan, en gran midía, as manifestacións artísticas máis primitivas… tamén nu usu dus elementus: arti rupestri, pueblus prerromanus, Exiptu, África Negra, Australia Aborixin, pueblus precolombinus, románicu. U arcaicu, u étnicu, u máxicu, mundus lexendarius o perdíus, seris fantásticus… Sin ulvial a cotidianiai.
Existi un ritual nu desarrollu da obra: palpal a terra, sentila, olela, recordal, manipulala cun sumu respetu. Es necesariu xogal cun as terras, cun as cantiais de agua, cun a temperatura de secáu, cun as misturas etc. pa consiguil efectus deseáus: grietas, cráteris, volúmenis, texturas, brillus, tonaliais. É imprescindibri deixal reposal us elementus creáus, en fasis, i exprimental visualmenti u efectu causáu pa continual...
Na é gratuitu.
Pur oitra parti, tomu en conta as propieais i influencias dus elementus que recolectu á hora de aplicalus comu material pictóricu. Du mesmu xeitu, nun me son indiferentis certus conceptus da cromoterapia.
Tamén existi, probabrimenti, un valol máxicu máis alá du meramenti perceptibri… acasu emulandu u chamánicu i arquetípicu da pintura parietal prehistórica.
Hai algu máis que cuadro, hai alma.
Nas escenas procuru aportal un mensaxi subliminal de armonía.
I polvus máxicus de intuición i amor creativu…                                          
                                     

                                
                                                            "Humanus y Pairi Sol"
                                                 
                                                                                      EL COLOR

  El color de cada tierra, arena o cualquier tipo de material recolectado, ejerce gran influencia en el cuadro y en consecuencia en recolectores/as, creadores/as y observadores/as. El simple hecho de percibir con los ojos en la naturaleza el colorido de un yacimiento, de una beta del terreno o de un elemento determinado, de alguna manera aporta.
Como experiencia propia, diré que en más de una ocasión, al viajar ensimismado en las cotidianidades y surgir de forma imprevista por ejemplo un campo de cultivo llamativo (arcilla roja, tierra naranja, tierra caliza blanquísima, ocre intenso, etc… y el consiguiente contraste con el paisaje), me ha cambiado por completo la percepción de todo.
Como sabemos hay muchas maneras de concebir y aplicar la cromoterapia: Con la observación directa, con la aplicación del color de forma selectiva sobre el cuerpo (gemas, luz, fluidos, materia), con el uso de vestimenta específica, con la selección de colores en las paredes y útiles, etc. En el caso de la Pintura Telúrica los beneficios van a recibirse en primer lugar con el contacto directo con cada material. Es importante palpar el color y sus propiedades (tanto en la recolección como en el trabajo pictórico); acariciarlo entre los dedos; dejar que invada la piel, los ojos e impregne al corazón.
Una vez acabado el trabajo, pasa a ejercer una influencia permanente  en su entorno. Su colorido puede ser un referente diario.
Haré una breve exposición de las propiedades de los colores, según la cromoterapia:
-Colores anaranjados: optimismo, despertar, espiritualidad.
-Colores rojos: energía, estimulo al corazón, vitalidad.
-Colores azules: serenidad, anti-estrés, equilibrio.
-Colores amarillos: claridad mental, conciencia.
-Color violeta: creatividad, feminidad.
-Color blanco: pureza, armonía. 
-Color verde: equilibrio mental, anti-stres, amor, esperanza.

9 comentarios:

  1. Trovo sempre magnifici questi tuoi dipinti e l'importanza che danno ai colori.
    Grazie Antoniu!
    Lara

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  2. me ocurre una extraña sensación cuando ando por córdoba (argentina) y atravieso los cerros coloreados con los minerales propios, desde niña tengo ese placentero recuerdo de mis viajes en los que espero ansiosa el momento en que los atravieso, hoy me he dado conciencia de ello.

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  3. Sin duda alguna percibes el latido de tu tierra, de la Tierra. Gracias por compartir

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Aux différentes heures de la journée les couleurs de la nature changent et nous apportent des sensations nouvelles...
    Bises

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  6. Ummm eso de tocar la pintura con los dedos y sentir los colores.. como cuando paseas por la sierra y el sol calienta tu espalda..

    me gusta tu nuevo cuadro.

    me gustan todos los colores, pero hoy me quedo con el verde..

    que es el mas primaveral.

    Un besazo...

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  7. Bien sûr Martine, aux differents heures de la journée les couleurs de la nature changent en nous apportant des sensations nouvelles. C'est la magie du moment...
    Merci.
    Bises

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  8. Hola Altair. Efectivamente son las sensaciones aparentemente insignificantes, como palpar los colores, sentir la caricia del sol en la espalda... las que dan importancia a los latidos.
    !Que el verde te inunde!
    Gracias
    Un beso

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