Verano... de
nuevo viajamos en busca de la Costa a Andalucía. !Ineludible la atracción de la Mar¡
Aprovecho, como no, para recolectar material
pictórico para mis cuadros. Comienzo con
todo un "clásico" para mí, las tierras calizas en Castell de
Ferro... percibo con intensidad los
elementos: el implacable pero nutriente Sol, el sudor en el cuerpo, el tacto fino de la tierra
en mis manos, su blanca impregnación, un suculento chapuzón posterior en una
cala solitaria.
Un día, nos
desplazamos hacia las Alpujarras. El
objetivo es recoger tierra anaranjada rica en óxido de hierro de los alrededores
de una cascada del río Bermejo. De nuevo las sensaciones dan significado a la
recolección: la exuberante vegetación, el contacto con las aguas ferruginosas,
la piel de mis manos teñida, las aldeas blancas y sus habitantes, la
grandiosidad del pico Mulhacén perenne en lo alto... la compañía.
Una tarde
vamos a la playa de La Joya, entre acantilados. Tumbado en la arena, me percato
de la belleza y variedad de las
piedritas arrastradas por la mar... y recopilo unas cuantas, pensando en
retomar el incrustado de pequeñas piezas en mis tablas. También recojo una
bonita raíz rojiza de sugerentes superficies. Todo es perfecto en ese espacio,
en esos momentos.
Estoy agradecido.
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