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lunes, 27 de septiembre de 2010

Lanzarote. Recolección de material pictórico

    En el mes de septiembre, viajé con Alán y Alba a la Isla de Lanzarote. Sin duda alguna, he de reconocer que a la hora de elegir el lugar de destino fue determinante su atractiva oferta de “material pictórico telúrico”.
   Lanzarote, es una hermosísima isla volcánica llena de contrastes, donde se “masca” planeta.
En esta ocasión preferimos prescindir de las rutas turísticas habituales y perdernos por el territorio.
Todos los días hicimos ascensiones a algunos de los numerosos y variados conos volcánicos –algunas atrevidas- donde aparte de disfrutar de su belleza, pudimos recoger muestras de lava solidificada de variadas tonalidades y texturas: el Volcán Tao, con su viento y sus campos de cultivos plateados; el Volcán Corona, con su intrépida subida y espectacular cráter; la Montaña Colorada, con sus peligrosas grietas en el camino y finísima arena color oro… y otros, que nosotros bautizamos: el Volcán Oasis, con su gigantesca palmera e higueras asilvestradas de suculento fruto, en el interior; el rojizo Volcán Luna-Roja con sus decadentes estructuras circulares de antiguos cultivos, en el fondo del cráter; el elegante y multicolor Volcán Montaña de Piedras; los asombrosos Volcanes Lengua de Lava…
   Por otra parte, también fueron memorables las horas pasadas apaciblemente recogiendo cristalitos de olivino pulidos por la mar en el Golfo o en la cala de la Montaña Bermeja... cálida arena negra junto a Los Hervideros… arena dorada en El papagayo y Puerto del Carmen… tierra caliza en los acantilados de las cuevas de los guanches, etc.
   Al marchar de la isla me invadió cierto sentimiento de… ¿nostalgia?... por todo lo vivido.
Ahora, de nuevo en la península, en mi taller de pintura, acaricio los cristalitos de variados tonos verdosos y acaramelados, las diversas arenas con sus suculentos tactos, las pequeñas piedras volcánicas cual asteroides en miniatura… y recuerdo los momentos, lo percibido y sentido, la insuperable compañía… y de nuevo siento el latido de la isla con los vestigios de su abrupta orogénesis, el latido de la Madre Tierra… mi propio latido.
   La creatividad está servida en bandeja.
   Gracias, Lanzarote.

Lanzarote. Recolección de material pictórico

lunes, 13 de septiembre de 2010

Curso de iniciación a la Pintura Telúrica. Agosto 2010

   Comenzamos el viernes día 27 dándonos un chapuzón en las cristalinas aguas de una selecta poza de la garganta Jaranda… sin duda alguna el calor lo hacía recomendable. A continuación nos dirigimos a recolectar unas tierras en un lugar cercano, que nos habrían de servir posteriormente como material pictórico para nuestros trabajos. Ahí ya pudimos experimentar el primer contacto con los nobles elementos que la Madre Tierra ofrece… ver, palpar detenidamente, percibir incluso los aromas, recolectar con sumo respeto y agradecer.
En la ascensión al Taller de la Montaña, se nos echó la noche encima y tocó la hora de cenar e intercambiar sensaciones.
   En la jornada del sábado, empezamos directamente con un trabajo guiado (pero libre) sobre tabla. Fuimos conociendo de cerca el material pictórico telúrico, algunas de sus particularidades y secretos. Seleccionamos nuestros pigmentos atendiendo a las preferencias cromáticas, de textura o cualidades. Aprendimos a familiarizarnos con el cribado, con la mezcla con aglutinante, con el uso del pincel… y comprobamos los primeros resultados si cabe con agradable sorpresa.
Hubo merecidas paradas para el café o la infusión de rigor, algún chapuzón en la pequeña alberca y la comida donde poder reponer fuerzas y confraternizar.
Por la tarde paseamos por el bosque hasta el arroyo de las libélulas-hadas y quién quiso participó en un trabajo de pintura corporal.
Después disfrutamos de unos momentos de ocio: voces, maracas, tambor, txalaparta, danza… y risas.
   El domingo, lo iniciamos con el trabajo de creación libre aprovechando el soporte preparado con las tierras recolectadas con anterioridad. Enseguida se perfilaron estilos muy personales y cada cuadro iba cogiendo el alma que su autor/a le iba dando. La confianza en el trato con la materia parecía ir creciendo.
Hicimos una pequeña parada para dar paso a la teoría: características y peculiaridades de la modalidad, acercamiento al material pictórico telúrico (diversas tierras y arenas, piedras, cristales, gemas, materia orgánica perdurable, etc.), propiedades específicas… y algo de “pictoteluroterapia”.
Por supuesto, de nuevo, paramos para tomar té o café, refrescarnos y comer.
Acabamos los trabajos pictóricos antes de la entrega de diplomas y al atardecer llegó la despedida entre abrazos.
   Gracias amigos y amigas, por acoger con corazón abierto mis “enseñanzas”.
Carlos, Lys, Edu, Raquel, Marisa, Eduardo, Belén, Carmen, María Jesús y Juan José... os aseguro que he aprendido mucho de vosotros/as.
Gracias Alicia por tu indispensable apoyo logístico, por tu experiencia y amistad.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Galería/curso agosto de 2010

  
*Algunas fotos son cortesía de Lys