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martes, 30 de septiembre de 2014

ANDALUCÍA... RECOLECCIÓN DE MATERIAL PICTÓRICO

Viaje a Andalucía. Verano.
Costa de Granada. Como en un ritual que repito todos los años, aprovecho para recolectar tierra caliza en las cercanías de Castell de Ferro. El Sol, se muestra implacable pero amable al mismo tiempo... sudo a tope. Las manos se cubren de blanco. Al meterme posteriormente en la mar, tiño su agua de color nieve.
A la vuelta, en La Mancha, como de costumbre, recolecto tierra arcillosa roja.
Al cabo de unos días, retorno a Andalucía, cerca del faro de Trafalgar. Me reencuentro, después de bastantes años, con la playa del Aceite en Conil, que de nuevo me sorprende con sus acantilados multicolores… y recojo varias bolsas de tierras rojizas y anaranjadas.
En otra playa paradisíaca, hago acopio de tierra arenisca amarillenta y tierra blanquecina (aprovechando una concha grande, como herramienta). 
Casualmente, descubro un campo de cultivo recién arado, de una espectacular tierra arcillosa, igualmente roja, que al tacto regala una cálida textura. En el contraste de colores del terreno, percibo una auténtica obra de arte. Recolecto generosamente.. y al acabar, satisfecho, saboreo un delicioso higo de una higuera nutrida por aquella tierra.
Al ver todo el material recolectado, una amiga comenta: “Te vas a llevar media Cádiz…”. Yo me río y pienso en las posibilidades pictóricas que me ofrecen las tierras.

Y me siento bien. Y me siento agradecido.




























martes, 10 de junio de 2014

MARRUECOS... MATERIAL PICTÓRICO Y ALGO MÁS

   
  Hace algunas semanas, de nuevo, tuve la suerte de poder visitar Marruecos junto con unos amigos.
El principal objetivo, era realizar la ascensión al gran Toubkal (con sus casi 4.200 m, el tercer pico más alto de África)… y lo conseguimos, tras dos intensas y potentes jornadas entre paisajes alpinos de ensueño.
También nos dejamos caer por las alucinantes aldeas cercanas al lago Ifni, ancladas en el pasado… y por el propio lago, que nos cautivó con su espectacular majestuosidad más típica de Islandia o de Nueva Zelanda que supuestamente de un país africano.
Igualmente, como era de rigor, fuimos en busca de la mar… en Essaouira. Allí nos sumergimos en sus mágicas calles llenas de tiendas multicolores, de música, de gaviotas. Yo, como no, aproveché para adquirir material para mis cuadros, concretamente exóticos pigmentos que ya están aportando frescura a mis pinceles: amarillo azafrán (extracto de dicha especia que con el agua adquiere una textura algo gelatinosa y una primitiva tonalidad amarillenta con toques anaranjados), polvo fino de pétalos de rosa, azul Tuareg, azul Mogador, piedras en bruto de azul índigo, amarillo huevo, rojo Marrakech… ¡Una auténtica delicia!
Además, tuve la suerte de conocer en Essaouira a un magnífico pintor y ser humano: Mustapha El-Harchi. Recuerdo su asombrosa tenacidad en la boca para manejar con destreza los pinceles, su mirada cargada de autenticidad… Ahora pienso: “amigo, tus manos no pueden pero sí tu corazón… sí tu boca”
¡Gracias, una vez más, Al-Maghrib!     




























jueves, 5 de junio de 2014

O LATEXO DO UNIVERSO

O latexo do Universo/El latido del Universo



lunes, 3 de marzo de 2014

Cebra cabeza de cielo




"Zebra cabeça ceu"
jebreru/febreiro 2014

miércoles, 26 de febrero de 2014

dragón blanco



"ƌracu ălbu"

   

domingo, 16 de febrero de 2014

RECOLECCIÓN DE MATERIAL PICTÓRICO (ruta de La Serrana)

Domingo, mediados de Febrero.
Después de semanas de lluvia y nieve, la montaña nos ofrece un día luminoso.
Quedo con Chuchi para patear unas horas por la ruta de la "Serrana de la Vera". Según la tradición oral: se trataba de una mujer cazadora, de gran belleza y fortaleza, que habitaba en los montes de Garganta la Olla. Llevaba, a los hombres que cruzaban sus territorios, a su cueva para matarlos después de hacer el amor con ellos (recuerdo, que de pequeño, mi padre nos cantaba un romance de sus andanzas).
Al poco de iniciar la ruta, cruzamos un sugerente puente con una inscripción que no conseguimos descifrar. Ascendemos entre bosques de roble y castaño, cerezales y multitud de regatos hasta llegar a las últimas praderas de la montaña.
Hacemos un alto en una de ellas que posee un  majestuoso castaño dividido en dos, de cuyas raíces mana una fuente. Comemos al lado de antiguas casas de heno con el fondo de espectaculares cascadas.
En la bajada, cerca del camino, recibo el impacto visual de un yacimiento de tierra amarilla anaranjada. Aprovechando la oferta generosa de la Madre Tierra, recolecto varios kilos del preciado material. Se trata de una hermosa tierra semiarcillosa con betas ahumadas ligeramente iridiscentes de oxido de hierro.
Al pasar de nuevo por el puente, los rayos oblicuos del tenue Sol invernal inciden sobre la inscripción desvelándonos su mensaje: “HÍÇOSE ESTA PUENTE AÑO DE 1725”… y volamos con la mente a aquella época.
Ya en casa, acaricio con mis manos la tierra disfrutando de su tacto mientras me recreo con las posibilidades pictóricas que me ofrece.
Gracias.

  
photo by antòniu



photo Internet







photo by antóniu